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viernes, 14 de diciembre de 2012

¿Tú y la poesía? Mis mejores capitulos



Sigo siendo ese niño inocente en su escritorio, creando rimas,
madurando con el amor del folio. Conquistando cada fobia y su monopolio.
Natural siendo original, no me interesa el egocentrismo y su podio.
Aprendí que el amor más simple puede ser el más poderoso,
que harías de mi un hombre de oro y que enfadado, celoso estaría el triste lodo.

Escritor del verso y su gloria, un escritor nato.
Tan clásico como el amor, o como el sonido rosa de tus platos.
Hoy, demasiados poemas lloran sobre mi regazo.
Tan prohibidos y azucarados parecen todos tus pecados.
La escritura son las manos que tapan mis oídos cuando
el odio grita demasiado alto, cuando este mundo agresivo me harta,
cuando me escupe sus enfados.

Para vivir no tuve otra excusa, que fueras tú mis días,
mi delirio, mi musa. Cuando la vida se insinuaba confusa,
que bien se vendían mis dudas, mientras tanto, mis decisiones tan sordas,
bailando con la locura.

Hay amores que ya no regresan, pero no puedes olvidar su nombre.
Con más besos que tu boca cuando te alejas, con más pasión que el desorden.
Con más carácter que tus cejas, con más morbo que tu escote.
Que mis ganas ya se quejan, quiero rozar ya tus bordes. 

Atentamente; un amor, ya me conoces.