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jueves, 3 de mayo de 2012

Ella, Madrid, frío, medias de rejilla y música




Ella, Madrid, frío, medias de rejilla y música. 

No me gusta pensar que quedan sólo unos veinte pasos para volver a verme parte de un juego que siempre termino perdiendo pero, como siempre, camino con esa decisión que marca el ruido de mis tacones y siento la sensación de vértigo que me produce la idea de encontrarme con tu olor al darte los dos besos de protocolo. Como siempre, voy en busca de mi propio depredador y, si es cuestión de confesar, el morbo me invade.
No es de extrañar que, una vez más, el hombre del tiempo estaba demasiado celoso del sol y ha decidido mandarme humedad, escalofríos y olor a asfalto mojado. Todo a conjunto con mi vestido gris, si, y con mi piel blanca erizada, precipitándose a tus dedos. En mis cascos suena la mágica voz de Ferguson recordándome que hoy será un día llovioso, entre otras cosas; otras como doloroso, mojado... por lágrimas, y muy, demasiado, extremadamente, infinitamente tuyo. Sí, porque a veces pienso que tienes tan claro como montar mi puzzle a tu antojo que hasta todas las demás piezas de mi pasado me parecen perdidas. Como yo, cuando te diviso; esperando de espaldas y tan bien vestido como siempre.. Me matas. Tu pelo, tu sonrisa.. Tu todo. Pero wait. Pausemos el viento un momento..

¿Qué coño hago aquí, con mis labios perfectamente rojos, estos nuevos tacones demoliendo mis pies y con las medias que no hacen más que recordarme el frío que me recorrió aquella tarde en la que tu..? Soy idiota. No hay más.

Dar pasos de arrepentida nunca ha sido parte de mi estilo, pero hoy los cuatro que di para perderme entre
la multitud fueron claves para evitar que volvieras a verme guapa y con el rimmel corrido. Qué mágica soy, de verdad. Me maldigo por haberme levantado tan emocionada; odio haberme duchado pensando tan solo en ti y haber escrito con mi dedo tu nombre sobre mi espejo empañado.. Maldita yo y mis falsas esperanzas. Maldito tú, como uno de ellas. 
Me doy lástima, lástima pasada y presente; me acuerdo de cuando me comunicaste que te gustaba, sí, pero que conocer a otra persona era lo que el momento te pedía. Que te esperara, dijiste.
  ¿¡Que esperara qué!? ¿¡A quién!?. ¿Cuánto?
Te pedí perdón por mi cinismo en su día, pero hoy es cuando me doy cuenta de que fuiste tú quien debió aparecer en mi puerta sin avisar, demostrándome ese vomitivo 'eres maravillosa', y pedirme mil disculpas a besos por haber roto mi nuevo corazón, arreglado hace unas semanas por tus falsas palabras..

________________________________ El.

Volver, ese mismo verbo viste mis pasos, tengo el corazón en el vientre y mi canción favorita en los cascos.
Mis nervios, temblores tontos, ni si quiera se esfuman tras una calada de mi cigarro y este frió ataca mis pulmones mientras camino.
Ya no llora el asfalto, el tiempo perdido se burla de mi a cada paso. 
El sol ya murió desde lo alto, la incertidumbre de si ella estará tras este camino o no, retumba en mi cabeza, me vuelve loco, ya no parezco ni humano.

¿Dónde sonrió el amor? Sobre su boca. ¿Y por que se iría? Fue mi culpa.

Ni si quiera los cubatas o el sexo descontrolado supera la poesía de su cuerpo. Que exagerado y soñador soy...  Sus piernas, eran la locura de mis noches. Joder, hablo como si fuese mía... Que ignorante eres, si ya ves tu mismo que su corazón se fue tras ese bulevar.
Le ofrecí palabras vacías, me deje llevar por el morbo necio, busque poesía en otra piel, ahora soy hermano del tedio.
Estoy llegando ya, no veo su cabello, no siento su alma risueña... La brújula de mi interior me indica Norte, Sur, Este y Oeste.


Me siento perdido, no esta... 

_______________________________ Ella.

Ahora ya no estoy. 

Mis pasos tan tristes como yo amainan; no puedo correr, no quiero irme, ni volver. Quiero buscar ese momento otra vez y gritar a cuatrocientos kilómetros de tu oído lo que los dos perdemos en tu partida, pero nada. Nada vale..
Llegar a casa solas no era mi plan para hoy, ni bajarme la cremallera del vestido debería ser un reto; pero aquí estoy, haciendo café calada por lágrimas y lluvia. 

Haciendo café y oliendo a pena gris. 

Haciéndome el café mientras empapo el parquet dejando huellas de puntillas, y con el iPhone en mano esperando que no me llames, y necesitando pedirte que no seas tan cobarde como yo, y vengas aquí. Ahora..

Que vuelvas y me salves, nos salves.

_______________________________ El.

Contagio a mi hogar olor de invierno y su lodo. ¿Cuantos gramos de tristeza se rociaran sobre mi rostro?
Dedos nerviosos bailoteando las llaves, estando colgado mi corazón roto.
Lágrimas fulgentemente caídas, esperando a que tu ausencia haga el amor a cada palabra escrita.
Condenado a resacosas mañanas sin el amanecer de su piel entre mis sabanas. Ruge el silencio, cigarro amargo puebla en mi boca, calada ardiente de arrepentimiento. ¿Lloverá en sus ojos? Los míos ya muestran su sacrificio lento.
Necesito sentir el beso de tu sangre, el desamor no tiene porque enterarse.

¡Ven, por favor, ven!

Y mis NIKE visten de nuevo mis pies, capucha sobre la cabeza, cuidad de poetas, volveré a su triste edén.